
viernes, 26 de diciembre de 2008
lunes, 22 de diciembre de 2008
martes, 2 de diciembre de 2008

El blog está un tanto descuidado pero juro que antes de que termine el año con ayuda de Robertino que conoce un poco de diagramación y de Elbi que se quedo ya a vivir con nosotros y que está cada vez mas sucia y desordenada y abúlica desde que Lito Cruz la hecho de su taller. Está trabajando en una boutique de Recoleta y rezando para ser violada y salir en diarios y tv. Su sueño ahora es que la llame Tinelli y participar en algún bailando o cantando o nadando. Robertino además le llena la cabeza. Me vuelven loco los chicos y ellos dicen que soy un tirano y por eso esta es la imagen que pusieron en la puerta de mi pieza...
ninio.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Limbo/Dante
jueves, 13 de noviembre de 2008
"Je t'aime, moi non plus"
martes, 4 de noviembre de 2008
Revelación

"Hace tan sólo diez horas que me he dado cuenta de mi horrible condición. Hasta hace diez horas no sabía todavía lo que de más horrible puede haber en el mundo. Creía ser desde hace algunos años un doctor en terribilidad. Había probado, pensado, imaginado, soñado todo lo que hay, que habrá, que podría haber, de más pavoroso, de más atormentado, de más estremecedor, de más monstruosamente y alocadamente angustioso. Sabía las ansias de las esperas nocturnas; la desesperación de los últimos besos; los temblores de las aparicíones silenciosas; los delirios de las pesadillas; los sobresaltos de los relojes invisibles que laten en la noche de las horas eternas; los espasmos de los suplicios imposibles; los gemidos exasperados de las almas sin asilo; la fiebre errante de los coloquios demoníacos. Pero no sabía todavía la cosa más terrible que puede haber en el mundo; no conocía el suplicio último, el suplicio supremo. Hace sólo diez horas he tenido la revelación, y me parece ya que han pasado muchas dinastías por la tierra y muchos soles han dejado el cielo."
Giovanni Papini
jueves, 30 de octubre de 2008
Poema de Gonzalo Rojas.

Eléctricas, desnudas en el mármol ardiente que pasa de la piel a los vestidos,
turgentes, desafiantes, rápida la marea, pisan el mundo, pisan la estrella de la suerte con sus finos tacones
y germinan, germinan como plantas silvestres en la calle,
y echan su aroma duro verdemente.
Cálidas impalpables del verano que zumba carnicero. Ni rosas ni arcángeles: muchachas del país, adivinas del hombre, y algo más que el calor centelleante,
algo más, algo más que estas ramas flexibles
que saben lo que saben como sabe la tierra.
Tan livianas, tan hondas, tan certeras las suaves. Cacería
de ojos azules y otras llamaradas urgentes en el baile
de las calles veloces. Hembras, hembras
en el oleaje ronco donde echamos las redes de los cinco sentidos
para sacar apenas el beso de la espuma.
(Gonzalo Rojas, chileno, premio Miguel de Cervantes 2005 )
Suscribirse a:
Entradas (Atom)